mayo 25, 2016

Historia de los tratamientos para el Lupus 2ª parte. (Mayo, mes de concienciación del Lupus IV)





Y continuamos el post de la semana anterior con la llegada de "nuestros amigos" los corticoides y demás fármacos que han llegado hasta nuestros días o están por llegar.

Glucocorticoides:
La historia de los esteroides se remonta a abril de 1.929 gracias a Philip S. Hench. A comienzos de 1.930, Eduard C. Kendall, PhD, jefe de la División de Bioquímica de la Clínica Mayo, inició la investígación química y fisiológica de la corteza suprarrenal.
En la década de 1.940 Kendall separó los compuestos de la glándula suprarrenal. En 1.944, en los laboratorios de investigación de la Clínica Mayo, se sintetizó una pequeña cantidad de dehidrocorticosterona o compuesto A, que la  compañía farmacéutica Merck & Co. Inc. produjo en mayor cantidad. Es necesario mencionar al ayudante de Kendall, Harold L. Mason, PhD, quien fue el investigador senior de la publicación en la que se aisló y cristalizó la hormona adrenocritical, inicialmente conocida como el compuesto E , el cual se conoce como cortisona.

En el invierno de 1.948 a 1.949, "The Mayo Team" aplicó el compuesto E a los pacientes con lupus eritematoso sistémico y por primera vez en el mundo se habló de “remisión”. Por todo esto, Hench se convirtió en el primer reumatólogo en recibir el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en diciembre de 1.950.

La búsqueda de glucocorticoides de mayor potencia y seguridad continuó por años. Merck
inicialmente y Schering posteriormente empezaron a sintetizar compuestos más potentes a partir de la cortisona y la hidrocortisona, como la prednisona y la prednisolona. Este fue uno de los descubrimientos más importantes de la década de 1.950.

Posteriormente se introdujo el radical fluoruro en el carbono 9 de la prednisolona y se originaron los nuevos compuestos fluorados como la triamcincolona y la dexametasona. Estos compuestos son más efectivos en pequeñas dosis, pero también con efectos indeseables importantes como hipertensión, depresión, convulsiones, pigmentación, hirsutismo, estrías, insuficiencia cardíaca congestiva, alcalosis y diabetes. El “fenómeno de rebote” fue descrito en 1.954, por Harvey y Pollaky tras suspender el medicamento o reducir la dosis.

Los compuestos que se conocían para estas décadas eran los siguientes:
Acetato de cortisona (Cortone), hidrocortisona (Hydrocortone y Cortef), prednisona (Meticortén, Deltra, Orasone), prednisolona (Meticortelone, Hydeltra), metilprednisolona (Medrol), triamcinolona (Aristocort, Kenacort), dexametasona (Decadrón, Deronil), betametasona (Celestone), fluprednisolona (Alfadrol).

En 1.995 se logra un glucocorticoide sintético con pocos efectos colaterales y que posee de manera intacta los efectos antiinflamatorios e inmunosupresores: Deflazacort (un análogo oxazolino de la prednisona).

Inmunosupresores:
  Merck Sharp & Dohme
Los medicamentos inmunosupresores, se conocen también como medicamentos citotóxicos y antimetabolitos, que fueron introducidos como agentes quimioterapéuticos para el tratamiento del cáncer.
La historia se inició con la observación de Chasis, Goldring y Baldwin en 1.949 al utilizar el metil-bis (B–cloroetil) amino hidrocloruro (hidrocloruro de mecloroetamina o mostaza nitrogenada), Mustargen, producto elaborado por Merck Sharp & Dohme para el tratamiento de las glomerulonefritis y el síndrome nefrótico, pero no para el tratamiento del lupus en sí.
 
En 1.950 dos investigadores, Rohn y Bond, utilizan la mostaza nitrogenada y el trietileno de melanina en cinco pacientes con lupus eritematoso sistémico sin compromiso renal con resultados positivos, aunque observaron el riesgo de la carcinogénesis y la teratogénesis; la mayoría de los pacientes eran mujeres en edad fértil y tenían por ende el riesgo de la fertilidad, además los estudios no eran controlados y no estaban aprobados por la FDA.

La Azatioprina (Imuran) fue descubierta por Gertrude Belle Elion (Premio Nobel el 1.988 sin tener el doctorado en medicina), y fue el primer agente inmunosupresor utilizado para transplantes en 1.960.

Gertrude Belle Elion

La Ciclofosfamida es un compuesto derivado de la mostaza nitrogenada que se sintetizó en 1.958. Es un agente alquilante que actúa en todas las fases del ciclo celular y su acción es mayor en los linfocitos T que de los B.
Al comenzar la década de 1.970 Hadidi realizó un estudio controlado utilizando bolos de ciclofosfamida más prednisona, que se compararon con la ciclofosfamida oral con prednisona y azatioprina. La primera combinación fue la más exitosa y la menos tóxica, y dio origen al esquema que se utiliza hoy día para el tratamiento de la nefritis lúpica. Se observaron los efectos secundarios de la ciclofosfamida como la cistitis hemorrágica, la alopecia y la supresión permanente de las funciones ováricas y testiculares.

El Metotrexato vía intravenosa fue utilizado por Miescher y Rietmüller en pacientes con lupus en 1.965 e informaron resultados satisfactorios sin toxicidad. Esta recomendado para pacientes con lupus moderado pero no para pacientes nefritis lúpica o con compromiso del sistema nervioso central.

El Micofenolato de Mofetilo (Cellcept) se aisló de una especie de penicilina en 1.896 y se utilizó en 1.960 como antifungico, antineoplásico y para la psoriasis; es un potente inhibidor de la deshidrogenasa monofosfato de inosina. Tiene una selectividad por los linfocitos T y B y por ello induce una reducción en la producción de anticuerpos. Se aprobó como profilaxis del rechazo de órganos y se utiliza por vía oral a una dosis de 1 a 2 gr/día.



Macrólidos:
Entre ellos nos encontramos la Ciclosporina A, que es un polipéptido liofílico cíclico producido como un metabolito derivado del hongo Beauveria nivea. Empezó a usarse en modelos murinos (ratones) en 1.994 y en 1.996 Radhakrishnan la utilizó en pacientes con lupus para tratar la proteinuria y el síndrome nefrótico con buenos resultados pero no se observó efecto alguno en los anticuerpos anti-ADN ni en el complemento. Entre los efectos colaterales se encuentran la hipertricosis, la hiperuricemia y la gota, parestesias, síntomas gastrointestinales, hiperplasia gingival y en ocasiones urticaria con reducción del inhibidor de la C esterasa.

Belimumab (Benlysta)

Aprobado por la FDA en Marzo del 2.011, es el primer tratamiento creado específicamente para el lupus. Hasta ahora todos los que teníamos han sido prestados de otras enfermedades.
Es otro inmunosupresor suministrado vía intravenosa y que actúa uniéndose a la proteína “factor de activación de las células B” (BAFF o BLyS) e inhibiendo así la producción de anticuerpos.


Entre los efectos adversos observados se encuentran las infecciones, problemas de corazón, naúseas, vómitos, insomnio, depresión, etc.
No se recomienda ni el embarazo ni la lactacia cuando el paciente se está tratando con Belimumab ya que no está estudiada la influencia sobre ello. Tampoco está indicado si tienes nefritis lúpica o hay compromiso del sistema nervioso central.

Para cerrar este post voy a mostraros abajo un cuadro con los nuevos tratamientos en sus diversas fases de estudio:


Bueno, pues se nos acaba el mes de concienciación del lupus y espero que os hayan gustado las entradas escritas especialmente por este mes de mayo y que hayáis aprendido tanto como yo.
Para cerrar la historia de los tratamientos he elegido el vídeo de ACLEG "Tratamientos del Lupus" con el Dr. Ricard Cervera, Jefe del Servicio de Enfermedades Autoinmunes del Hospital Clínic de Barcelona. Y recordad "NECESITAMOS UNA CURA".





Imágenes:
  • Onmed.
  • Ana Cordobés León.
  • Codelco.
  • Juan Sordo Madaleno.
  • Laurie Winkless.
  • F.D.A.
  • RxList.
Fuentes:
  • XLII Congreso Nacional de la SER.
  • Wikipedia.
  • Historia del Lupus y del SAF, Antonio Iglesias.
  • Olga Araujo. El Médico Internista.
  • Propedéutica Quirúrgica: Preoperatorio, Operatorio y Postoperatorio, Jaime Arias.
  • MedlinePlus. 
  • Benlysta.com.

mayo 18, 2016

Historia de los tratamientos para el Lupus 1ª parte. (Mayo, mes de concienciación del Lupus III)








Los medicamentos usados para el lupus han sido de lo más variados y han evolucionado según la farmacología. En su inicio se usaban tisanas, pócimas, ungüentos, cataplasmas, bálsamos.
Mycobacterium Tuberculosis.
Los dermatólogos del siglo XIX e inicios s. XX. trataban el lupus con una buena nutrición, tomar aire puro, el aceite hígado de bacalao y el uso de estimulantes, a saber... 
Para las manifestaciones cutáneas empleaban arsénico, cloruro de zinc y nitrato ácido de mercurio. 
Existía la teoría que postulaba que el lupus era causado por el Mycobacterium tuberculosis, por lo que esto ha influenciado mucho en los tratamientos empleados a lo largo de la historia. Comencemos pues:

Antimaláricos:

El uso de la quinina en el tratamiento del lupus discoide fue una idea genial de J.F. Payne, dermatólogo del St. Thomas Hospital de Londres, el 1 de agosto de 1894 posiblemente por la influencia del Dr. Fuller, quien utilizaba dosis altas de quinina como antipirético y para el tratamiento de la fiebre tifoidea, consideró la utilización de la quinina en el lupus. 
En 1928 en Alemania, Martenstein trató a veintiocho pacientes con lupus discoide y lupus subagudo con pamaquina (Plasmochin), parecida a la quinina, obteniendo buenos resultados en veintidós pacientes. 
En 1938 aparece otro informe sobre el uso del bisulfato de quinina por Davidson y Birt también con buenos resultados.
En la década de 1940 sólo se publicaron dos trabajos: el de Prokoptchouk y el de Sorinson quien utilizó quinacrina (Atabrine).
Con la idea de buscar un medicamento antimalárico sintético, más efectivo y con menos efectos colaterales, se introdujo el fosfato de cloroquina 10 años después. Se usaron distintas clases hasta llegar a la Hidroxicloroquina (nuestro actual Dolquine o Plaquenil), por la que se decantaron ya que es menos tóxica a nivel ocular que el resto.
¿Qué beneficios se encontraron en los antimaláricos para llegar a nuestros días como tratamiento, y que tengan una gran importancia?

1.     Filtración de la luz: reducía la sensibilidad de la piel a la luz debido a una mejor tolerancia los rayos ultravioleta.
2.     Inhibición de la producción de anticuerpos.
3.     Unión a las nucleoproteínas y bloqueo al factor L.E.
4.     Transformación linfocitaria.
5.     Acción sobre las prostaglandinas.
6.     Inhibición de la agregación plaquetaria.
7.     Acción sobre el metabolismo de los lípidos.
8.    Acción a nivel vascular y efectos sobre la enfermedad coronaria producida por el lupus, también tienen efecto antitrombótico.
9.     Propiedades inmunomoduladoras y ahorro del uso de corticoides.

Sales de Oro

El empleo de las sales de oro como agente terapéutico data ya de hace varios siglos. En 1890 Koch afirmó que el cianuro de oro inhibía el crecimiento de los bacilos tuberculosos in vitro.
La crisoterapia se empezó a utilizar en 1913 por Brücky y Glück en el tratamiento del lupus vulgar y junto con Bettman utilizaron la tuberculina y las sales de oro.  
En 1924, Mollgaard publicó estudios experimentales y sus experiencias clínicas con la crisoterapia. Este trabajo estimuló los estudios clínicos sobre tratamiento con sales de oro de numerosos trastornos cutáneos considerados en esa época como afines con la tuberculosis como la psoriasis, el eczema y el lupus eritematoso.
Se dieron muchas mejorías en pacientes tratados con sales de oro pero eran también muy peligrosas por su toxicidad y no estaban aconsejadas para pacientes que estuvieran en una fase aguda de la enfermedad.
En el comienzo de la década de 1950, con el descubrimiento de los glucocorticoides y la síntesis de la hidroxicloroquina con su demostrada utilidad en el lupus, fueron definitivamente eclipsadas las sales de oro en el tratamiento de esta enfermedad.

Sales de bismuto

Blazer en 1889, y Santon y Robert en 1916, entrevieron la importancia del bismuto por primera vez para el tratamiento del lupus discoide. Estas resultaban menos tóxicas que las sales de oro, aunque igualmente se abandonó su uso con la llegada de los glucocorticoides.

PABA (Paraaminobenzoato sódico)

A finales de la década de 1940 e inicio de 1950 también se utilizó el PABA para el tratamiento de las lesiones cutáneas del lupus, así como para algunas manifestaciones generales y articulares. Rápidamente dejaron de usarlo porque podía producir necrosis hepática e hipoglicemia irreversible.
Gerhard Domagk

Sulfanilamida

Descubierta en 1935 por el bacteriólogo alemán Gerhard Domagk y tres años después comenzó a usarse para el lupus. Dejaron de tratar con ella en 1.940 porque, aunque se describen casos de “curación”, también había casos en los que nos hacía ningún efecto sobre la enfermedad.


Radioterapia y Curieterapia

Comenzó a usarlas Schiffen en 1897 para tratar el lupus discoide y el tuberculoso, aunque también se uso para el lupus eritematoso sistémico. Perdieron rápidamente importancia por las secuelas (cicatrices) que ocasionaban al paciente, y esto motivó su abandono.


Crioterapia

Fue desarrollada por los franceses, destacando a M.Lortat-Jacob. Utilizaban para ello nieve carbónica a través de un criocauterio, que al aplicarla generaba una temperatura de –80ºC. Se usaba para las forma superficiales del lupus o “lupus centrífugo”. Otra vez se volvió a abandonar esta práctica por los escasos resultados positivos que se produjeron.

Tuberculina

Aunque Ravogli la comenzó a usar en 1915 sin ningún éxito, siguió empleándose como tratamiento con diversos resultados pero ninguno concluyente como para poder considerarlo un tratamiento para el lupus. En 1933 Henry Kiel demostró en estudios de autopsia que el lupus no tiene ninguna etiología tuberculosa. Con estos hallazgos que fueron corroborados por otros investigadores, se dejó de utilizar la tuberculina para el tratamiento del lupus.

Y hasta aquí llegamos esta semana, ya que ahora vienen nuestros amigos los “cortis” y otros fármacos que se siguen usando hasta nuestros días y que voy a dejar para el próximo post. ¡Así no os aburro y a mí no me estalla la cabeza! He de dejar claro que me está costando mucho escribir este post porque llevo una semana especialmente fastidiada en general y en especial con la neblina lúpica o el conocido “brainfog”.

Para hoy he elegido el cortometraje sobre el lupus "Se vende Varita Mágica". Adaptación del cuento de Isabel de Ron y que tiene como objetivo dar a conocer esta enfermedad. ¡Qué lo disfrutéis!

 


 Fuentes:
  • Historia del Lupus y del SAF, Antonio Iglesias.
  • Universidad Maimónides.
  • Sociedad Española de Reumatología (SER).
  • Elsevier Doyma (reumatologiaclinica.org).
Imágenes:
  • Curiosipedia.
  • PiloramaTv. 
  • Info-Farmacias.
  • Auranofin.
  • Wikipedia.